El domingo quería realmente que me rinda el tiempo a lo máximo.
Así que pasé mi perro con toda velocidad por el parque.
Mi maestro de meditación dijo que la prisa era del diablo y me
encontré al mismísimo en el camino en forma de un bordecito sobre el cual volé como una avioneta fumigadora al aterrizar en una tormenta.
Si, me tropecé y aterricé en el piso a lo largo de todo mi cuerpo. Pero lo más increíble
era la conciencia, mientras estaba en el vuelo y mis pies ya no tocaban
el piso. La mente es increíble.
- Pensé, que no es tiempo de romperme algún hueso. No, la verdad no quería.
- Pensé en mi blusa, que no se rompa
- Pensé en mi nuevo pantalón de florecitas y pájaros de colores. Snif
- Pensé en el perro, que no se me vaya a escapar
Pensé, cual sería la mejor manera como impactar el piso con mi cuerpo
Y todo eso en una fracción de segundos.
Así, que aterricé con arte: Flojita y cooperando, deslizándome en la tierra
sobre las lajas del camino. Las manos adelante.
Pass! Revisión del daño: Dos raspones en la mano, un punto de sangre en el codo.
Y mis rodillas: bien golpeadas, pero no rotas.
Puse mis manos sobre ellas y sentí un profundo ardor y consuelo a la vez.
Bendito Reiki. (Sistema de sanación por imposición de manos. Muy efectivo!)
Todos sabemos que es bien penoso ante el público estar tirado en el piso.
Así, que - a seguir caminando como si no hubiera pasado nada, saludando a la gente
con un tímido "Hola" y ellos me contestaron con ésta sonrisa "te salvaste, verdad?".
A caminar!
A media vuelta, mi perro se encontró con una pareja de pit-bulls.
La hembra pit-bull enamoró a primera vista con mi guapo border-colli. Movió la cola y demostró toda la emoción que se antoja demostrar cuando alguien te gusta mucho, lo cual provocó en su pareja un sentimiento espantoso que le hizo torcer los ojos peligrosamente y ... al ataque!!!
Se siente horrible cuando atacan tu perro! Primero no sabes que hacer.
Ladridos, mordidas, violencia!!! Te paralizas del susto. Sin embargo
en algún momento lúcido pude separarlos, cuando la perra se puso entre los dos machos.
Mandé por un tubo a la señora con sus pit-bulls, se fue disculpando yendo para otro lado,
y pareció que no pasó nada.
Así que seguimos caminando. Yo media coja, pues mis rodillas comenzaron a reclamar su
maltrado de mi caída.
De repente veo el ojo de mi amado perro lleno de sangre. Cuanta adrenalina generé en
éste momento, no sé. Mentalmente despedací al pit-bull y su dueña. Ya ví perdido el ojo
y mi mente trabajando a mil por hora:
- Pensé, que a la mejor lo pierde ...
- Pensé donde puedo encontrar un veterinario en domingo ...
- Pensé alcanzar a la señora y reclamarle el daño
- Pensé, cuanto me va costar todo éste chiste ...
-Cálmate Christa, antes que nada ... Reiki.
Así que nos sentamos de nuevo y puse mi mano sobre el ojo de mi perro. Ni dos minutos y la hemorragia se paró. El ojo se veía limpio como antes. Kirtan (mi perro) me lamió la mano en agradecimiento, quitó su sangre de mis dedos y un tantito de mi herida en el codo.
A que p ... día! Mejor me fui a casa. Quería meterme de nuevo a la cama, tomar un té, taparme con una sábana y bajar la adrenalina.
Hoy veo que aprendí muchísimo:
Que somos muy frágiles y hay que agradecer cada día que te sientes bien
Que Reiki es una maravilla y muy útil en emergencias
Que nuestra mente es poderosisssima y muy velóz, inventa cosas y nos hace reaccionar rápido.
Que pude perdonar a los pit-bulls y a su dueña
Que los perros piensan, muchas veces son mucho más listos que las personas
Que son lo máximo
Que la prisa es del diablo, pues nos aleja de nosotros mismos, nos pone desatento y no disfrutamos el AQUI Y AHORA
Que al fin y al cabo no pasó nada, solamente aprendí!
Has vivido un aprendizaje parecido? Me encantaría que lo compartas aquí.
